El fantasma llevaba mucho tiempo muerto, después de recibir infinidad de puñaladas en el corazón. Se pasaba los días vagando por las calles sin un lugar donde habitar. Desde hace algún tiempo, sus amigos, vestidos de luto, lo acompañan los fines de semana en busca de un espacio para su descanso en paz. Así, recorren discotecas y bares, pues estos son buenos lugares para penar. Un sábado, como cualquier otro, mientras pedía una cerveza, como cualquier otra, el fantasma levantó la mirada y sintió que había encontrado un buen lugar para sus apariciones. En ese instante: volvió a la vida.
Plesiosaurio N° 10
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Agradecemos la participación de nuestros lectores y seguidores. No ha sido
fácil esta selección. Los seleccionados para Plesiosaurio N° 10 son:
Cecilia Eu...
Ya era hora??
ResponderEliminarYa era hora de qué?
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